El licenciado Julio Raitzin partirá a mediados de octubre próximo en viaje a Israel e Italia. El economista, quien se desempeña exitosamente como oficinista desde 1984 en la Municipalidad bahiense, irá por primer vez a esos destinos.
Interesado en los problemas de Gaza ha actualizado sus cursos, lo que le permite desenvolver eficazmente el enrollado y corte de esos materiales, de uso universal en enfermería.
Italia será razón de su declarado interés por conocer, además de los ricos sitios de historia imperial, “¿qué carajo le pasó a los tanos en el Mundial?”, según mostró inquietud reiteradamente.
En el Vaticano tendrá audiencia con su pariente, Joseph Raitzinger, Benedicto XVI. Se espera que tal cual su costumbre, manguee algún puesto (el viajero).
Raitzin adelantó que habrá de llevar a la boca el plato típico de cada región. Milanesa, en Milán; napolitanas en Nápoles, ensalada caprese en Capri, etc. No irán a Bergamo, lo que dudaba en resolver hasta ahora.
En Venecia habrá de observar, de acuerdo a lo adelantado por familiares (de él) la vida en zonas inundadas para volcar ese aprendizaje en recomendaciones a los pobladores carhuenses y a vecinos de la Capital.
El ex prestigioso locutor (más ex prestigioso que ex locutor) tomará estancia en Ashdod, ciudad hermana de Bahía Blanca, concurriendo a la casa que ocupa su hermano Alfredo (instalado en 2002). Ya han programado los tours por Israel. Juana, la esposa de Julio, aprovechará a dormir de día mientras aquél deambula, gozando de la comodidad del diván que se les prestará.
El regreso de la pareja está previsto para cuando se les agote la plata que consiguieron para el ansiado viaje, incluido el monto que vendría reclamando hace tiempo la AFIP.
